El 4 de abril, el día siguiente del día de reposo (domingo) que sigue a la fiesta de los panes sin levadura, los miembros de Sion participaron en la fiesta solemne del día de resurrección para conmemorar el gran poder de Cristo, que destruyó el poder de la muerte y resucitó de los muertos después de tres días de ser crucificado.
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El nombre de esta fiesta en el Antiguo Testamento era la fiesta de las primicias; los israelitas traían al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de la cosecha, y él mecía la gavilla delante de Dios el día siguiente del día de reposo para recordar el día en que cruzaron el Mar Rojo y llegaron al otro lado del mar (Lv. 23:10-14, Éx. 14:26-31).
Según la profecía de la fiesta de las primicias, Jesús resucitó de la muerte como primicia de los que habían dormido, el día siguiente del día de reposo (domingo) después de ser crucificado el día de los panes sin levadura. En este día, Jesús tomó el pan, dio gracias, y lo dio a sus discípulos, por eso sus ojos espirituales fueron abiertos (1 Co. 15:20, Lc. 24:1-34).
La Madre dio gloria al Padre por destruir a Satanás que tenía el poder de la muerte, y sembró la esperanza viva de la resurrección en los corazones de sus hijos. Ella bendijo a sus hijos para que sean cambiados y alcancen la resurrección de su fe, a fin de que puedan predicar las alegres nuevas de la salvación y la esperanza en el reino de los cielos a los que estaban de duelo afl igidos por las noticias de los desastres y de la muerte. ⓒ 2010 WATV
El Primer Pastor Joo Cheol Kim dijo: “La Pascua de Resurrección, en que la gente come huevos cocidos el primer domingo después de la luna llena que sigue al equinoccio vernal, se originó en la costumbre pagana del culto a Ostara, la diosa pagana Astarot, que era representada como el sol de la primavera. Esto es fundamentalmente diferente del día de resurrección que Jesús estableció”, y enfatizó que debemos poseer el correcto conocimiento de la Biblia para recibir la salvación. Además, pidió a los miembros que guíen a todas las personas del mundo a la resurrección de vida predicando valientemente la verdad del nuevo pacto y las fiestas de Dios que son celebradas en Sion, siguiendo el ejemplo de Jesús (Jue. 2:11-15, Os. 4:6-8, Is. 33:20-24, 1 Co. 15, Jn. 5:24-29).
Después del culto, los miembros dieron gracias a Dios por permitirles el día de resurrección de la verdad y partieron juntos el pan. Ellos también desearon que sus ojos espirituales se abrieran ampliamente a fin de renacer y comprender completamente el amor y la gracia de Dios.