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Esta es Phoenix, la capital del estado americano de Arizona, que está en el suroeste de los EE. UU. Phoenix es una ciudad en medio del desierto, y es conocida por su caluroso clima. Incluso cuando llega el otoño, este casi es apagado por el calor y me recuerda a los veranos de Corea. Increíblemente, sin embargo, la ciudad se está calentando más; porque el fuego del evangelio incendia todos los días a los miembros de la iglesia de Phoenix, quienes están armados con el espíritu de los profetas.
La fuente del agua de la vida que brota en el desierto árido Siguiendo
la voluntad de Dios Elohim, llevé a cabo la obra del evangelio en la iglesia de Los Ángeles, y vine a Phoenix en el año 2007 con la misión de predicar el evangelio. En ese momento, la familia del diácono Malon de San Diego estaba preparando la tierra para el evangelio. Tan pronto como nos encontramos, nos abrazamos con gozo; ya que éramos las dos únicas familias celestiales en aquella vasta área, el gozo de nuestra reunión iba más allá de las palabras.
Un templo grande y espacioso, la obra del evangelio establecida sistemáticamente, muchos obreros del evangelio, y miembros que llenaran Sion… No me di cuenta de que estaba recibiendo todas estas bendiciones hasta que llegué a Phoenix. Phoenix era como un desierto árido y desolado tanto física como espiritualmente. Estas circunstancias me ayudaron a concentrarme en cómo predicar el evangelio tan rápido como fuera posible.
Esto significa que Dios me dio un ambiente favorable en donde podía dedicarme por entero a la obra del evangelio con la mente que tuve cuando por primera vez predicaba el evangelio. Con una sola mente, empezamos a tocar las puertas de los corazones de las personas en Phoenix.
Los Estados Unidos de América fueron fundados en la base del cristianismo. Esto hizo que la mayoría de los estadounidenses se sintieran orgullosos de su país, una nación cristiana. Por eso algunos eran demasiado conservadores para recibir la verdad del nuevo pacto que los asiáticos predicábamos.
No obstante, creíamos firmemente que sería hecho según la palabra de Dios: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones” (Mt. 24:14). Sobre todo, teníamos la mejor verdad a través de la cual podíamos abrir la mente de las almas, por eso la obra del evangelio en Phoenix debía ser un éxito absoluto.
“¿Alguna vez ha escuchado acerca de la Madre celestial?”
Incluso las personas que hablaban acerca de esto y aquello con todo su conocimiento de la Biblia, no decían nada cuando les hacíamos esta pregunta.
Un joven nos dijo que al principio dudaba cuando le dijimos que queríamos predicarle las buenas nuevas, pensando: “¿Cómo pueden estas personas enseñarme la Biblia?” Porque imaginaba a Corea como un país budista de Asia. El joven estaba muy confiado de que conocía la Biblia mejor que nosotros. Sin embargo, después de escuchar la palabra de Dios, quedó realmente sorprendido y recibió inmediatamente a la Madre celestial.
Verdaderamente la Madre celestial es la llave maestra del evangelio y el secreto de la salvación escondido desde la eternidad.
El nombre del estado de Arizona se originó en la palabra india “Arizonac”, que significa “lugar de una fuente pequeña”. Ahora, la fuente del agua de la vida está manando en Phoenix, Arizona. El agua de la vida sale de la Madre celestial y fluye aquí, y empapa las almas sedientas y florece la flor de la vida en un desierto inhóspito.
El amor que nunca han visto, escuchado ni imaginado: la Madre
Una de las características de la cultura occidental es el “individualismo”. De hecho, la mayoría de los estadounidenses regresan a sus hogares después del trabajo y les encanta tener su propio tiempo. A ellos no les gusta ser interrumpidos, ni entremeterse en los asuntos de los demás. Sin embargo, no creo que hayan escogido vivir así, sino que no tuvieron otra opción, porque crecieron viendo solo eso.
Todos quieren ser amados. ¿A quién en la tierra no le gusta recibir atención y ser servido? Ya que no han recibido esa clase de amor desde que eran jóvenes, solo han vivido en su propio mundo vacío. Aunque se sienten solos y quieren llenar con algo sus almas cansadas, no saben cómo. Sin embargo, ahora han conseguido la respuesta en Sion: el eterno amor de la Madre celestial.
¡El amor de la Madre, que siempre cuida y sirve a todos sus hijos uno por uno, y consuela nuestros corazones! Los miembros reciben el amor que nunca han visto, escuchado ni imaginado, y disfrutan de la riqueza espiritual en Sion todos los días. Además, siguiendo el ejemplo de amor de la Madre, se sirven y se cuidan mutuamente, y predican el amor a los demás.
Los que vienen a Sion por primera vez, son conmovidos no solo por las palabras de la verdad, sino también por la atmósfera cordial. Esto se debe a que sienten el amor de la Madre, que solo existe en Sion, el cual nunca han experimentado en ningún otro lugar. El amor de la Madre es la fuerza que impulsa la obra del evangelio en Phoenix.
Hay muchas iglesias protestantes en Phoenix. Tal parece que todas las sectas del cristianismo están reunidas aquí. Incluso en esta situación, muchas almas siguen viniendo a Sion porque es el nido cómodo lleno del amor de la Madre, y el único lugar que tiene la salvación.
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Los miembros de la iglesia de Phoenix están muy orgullosos de la verdad de la Madre celestial. Todos y cada uno de los miembros tienen una fe buena y firme. Como ellos extrañaban mucho a la Madre, muchos miembros visitaron Corea. Después de ver con sus propios ojos a la Madre que habían comprendido a través de la Biblia, y de experimentar su amor personalmente, ejemplo de sacrificio de la Madre, por eso cuidan con mucha sinceridad a sus hermanos y hermanas, elogiándolos. Así, llegamos a ser un cuerpo en Sion aunque tenemos diferentes aspectos y formas de pensar.
La obra del evangelio en los EE. UU. se cumple con el indomable espíritu pionero
Como dije antes, Phoenix es una ciudad muy calurosa. En verano, el termómetro sube hasta 45º C. Por supuesto, los que viven en edificios equipados con aire acondicionado no tienen problemas, pero afuera es totalmente diferente. No obstante, los miembros de la iglesia de Phoenix caminan bajo el sol abrasador, sin dejar un día, con el único deseo de encontrar a nuestros hermanos y hermanas perdidos. Y el entusiasmo ahora va hacia la tierra donde el evangelio aún no ha sido predicado.
El pasado mes de noviembre, los miembros fueron en equipo misionero de corto plazo a Nueva Orleans, Luisiana, a 25 horas de distancia en auto desde Phoenix. Nueva Orleans es el pueblo del hermano Jonathan, y es conocido por haber sido golpeado por el súper huracán Katrina hace unos años. En un corto período, Dios nos permitió encontrar preciosas almas todos los días.
Hasta ahora, muchas almas están ansiosas de escuchar las buenas nuevas de salvación y estudiar la Biblia. Por eso, estamos planeando alzar la bandera de Sion en Nueva Orleans orando ansiosamente a la Madre. El estado de Luisiana aún está tratando de restaurar lo que fue dañado por el huracán Katrina. Deseo que sean curados tanto física como espiritualmente y vengan a la salvación.
“¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” (Ro. 10:14-15) ¡Amén! ¿Cómo podrán escuchar las personas las buenas nuevas sin alguien que les predique? La iglesia de Phoenix también fue establecida por los miembros de la iglesia de San Diego, que vinieron aquí para llevar a cabo la misión de la predicación de corto plazo. Ellos cultivaron la tierra espiritualmente árida, donde la luz del evangelio aún no había sido mostrada en absoluto, apoyándose solo en la Madre.
Sin embargo, es más fácil hablar que cultivar la tierra árida del evangelio; ellos tienen que dejar la comodidad y las cosas fáciles que les gustan y tienen que adecuarse a una circunstancia de grandes inconvenientes. Además, vivir en otro estado de EE. UU. es tan difícil como cambiar de nacionalidad. Sin embargo, esto no es un problema para los miembros de Sion; muchos de ellos están sembrando la semilla de la palabra de Dios y ampliando la tierra del evangelio con un espíritu indomable.
Este era el espíritu pionero de los estadounidenses que convirtió a los EE. UU. en una nación poderosa en un corto tiempo, después de construir el país. De la misma manera, el evangelio del nuevo pacto puede ser predicado orque el Padre y la Madre celestiales han venido y cultivado este mundo estéril. Los miembros que han heredado el espíritu pionero tanto física como espiritualmente están corriendo a todos los lugares de los EE. UU.
¡Nubes blancas que flotan ligeramente en el interminable cielo azul, el ocaso que se tiñe de rojo como un cuadro, y los miembros de la iglesia de Phoenix que se reúnen bajo el hermoso cielo de Phoenix! Viendo que son guiados uno por uno según la profecía, agradezco a Dios y siento que cada uno de ellos es realmente precioso.
“Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén, y a implorar el favor de Jehová.” (Zac. 8:22) Con frecuencia leía esta profecía y creía firmemente. Sin embargo, viendo la profecía cumpliéndose delante de mis ojos, experimento el poder de Dios. Nuestro humilde principio llegó a prosperar, por eso el templo que Dios permitió en el año 2009 ya es muy pequeño.
En el esperanzador año 2010, predicaremos el evangelio fuertemente, a fin de que se establezca Sion en todas las ciudades de Arizona y también en Luisiana. Creyendo firmemente en la profecía, expandiremos el amor de la Madre con el indomable espíritu pionero y terminaremos la obra del evangelio en Norteamérica.